La atención domiciliaria para el cuidado de mayores y un nuevo diseño para las residencias de ancianos que permita hacer aislamientos y aplicar terapia intensiva son alternativas que plantean los expertos cuando pase la pandemia, que ha dejado en situación crítica a muchos centros de mayores y ha llevado al sector a replantearse el futuro del modelo asistencial.
Estamos en el punto álgido de la crisis, el sistema está colapsado y uno de los servicios que debe despegar como alternativa al sistema de residencias es la atención domiciliaria para mayores dependientes.
Las autoridades nos han pedido confinamiento, pues donde mejor que en tu propio domicilio.
Esta alternativa a las residencias permite vivir de forma autónoma, mantener la independencia y la intimidad, pero con garantías asistenciales.
El servicio de asistencia a domicilio es una opción menos conocida que las residencias. Y ello pese a las diferencias económicas entre ambos modelos. Como ejemplo algunos precios de referencia: superiores 2.000 euros mensuales en residencias privadas, ó 1.750 euros mensuales en el caso de residencias públicas frente a los 1.400 euros al mes de la asistencia domiciliaria, con la ventaja principal de que el mayor se encuentra en su domicilio, en su entorno conocido, rodeado de los suyos y con una asistencia personalizada y atendido en todo momento.
Cuando se conoce este tipo de servicios todo el mundo los quiere y hay empresas como Cuidasana que se encargan de todo para que los mayores estén perfectamente atendidos en su domicilio. Estos servicios los tenemos a la vuelta de la esquina.
Durante la pandemia se ha dado la paradoja de que en las residencias había 17 modelos distintos. En el servicio a domicilio el único modelo válido es el que elige el usuario, él es quien decide que tipo de servicio debe recibir, y lo más importante, cuando debe acudir al medico.
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